Proyecto Maguey
Al rescate y conservación del Maguey.

Los magueyes han sido siempre un elemento fundamental de la cultura mexicana. No es solo su marcada presencia en el paisaje de todas las regiones del país, desde los desiertos del noroeste hasta la península de Yucatán, sino que desde tiempos prehispánicos han sido empleados en la fabricación de diversos productos entre los que, actualmente, destacan el mezcal, el tequila y el pulque.
El género maguey es muy diverso, de las aproximadamente 211 especies que existen en América, 159 especies se distribuyen en México, representando así, un 75% del total y de las cuales 119 son endémicas.
En el Estado de Oaxaca, se han identificado 37 especies y 7 subespecies, que representan el 25% de las especies presentes en México, las cuales prácticamente todas son utilizadas en la elaboración del mezcal.
Sin Maguey no hay Mezcal es una frase que ha resonado en Oaxaca en los últimos años, ya que de 2010 a la fecha, el mundo del mezcal ha cambiado radicalmente y esta bebida se ha convertido más que en una moda, en una tendencia del consumidor consciente que aprecia lo artesanal, lo orgánico, el comercio justo, y que integra otros productos como el café y la cerveza, provenientes directamente del productor.

Aunque el mezcal debería ser sinónimo de diversidad, lo más común es el monocultivo del maguey Espadín, sin embargo, el consumidor cada vez más va en búsqueda de especies menos comunes, como es el caso de los magueyes silvestres como el Tobalá.
Hoy en día, la cantidad de mezcal que se demanda ha generado presión en la producción y aprovechamiento del maguey por lo que está creando un impacto en su sustentabilidad.
En Destilería Los Danzantes, llevamos más de 20 años de experiencia y aprendizaje en la producción de mezcal. Destacamos el trabajo de los productores a través de Mezcal Alipús, poniendo en relevancia la importancia de contar con fuentes de maguey, así como del valor al acceso a magueyes silvestres o semi cultivados para mantener la diversidad en el mezcal.
Los magueyes en general se multiplican de 3 maneras: dos son asexuales, lo que significa que no tienen intercambio genético, por lo que los hijos o hijuelos, son en realidad clones de la madre. La tercera es de manera sexual (similar a todas las plantas) a través de las semillas que son polinizadas por murciélagos e insectos. Para que los magueyes se puedan multiplicar por semilla, estas tienen que ser plantas sanas y al final morir, pues su floración sucede una vez en la vida cuando alcanzan su madurez. Muchos productores no permiten que estas especies florezcan para ocupar el maguey y poder convertirlo en mezcal.
En 2012, en conjunto con los productores de Alipús e investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo en su sede Centro Regional Universitario Sur, desarrollamos semilleros de maguey Tobalá. De esta manera, aseguramos la sustentabilidad de la planta y la capacidad de ir atendiendo la demanda futura. Esta experiencia sigue siendo un éxito y los productores continúan preparando semilleros de Tobalá y otras especies e incluso para otros programas de reforestación de magueyes. Desafortunadamente, la experiencia de los semilleros no es aplicable a todas las especies.
Proyecto Maguey - Diversidad y Sustentabilidad -
Por eso en 2014, iniciamos una investigación en conjunto con el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y nuevamente con la Universidad Autónoma Chapingo, para identificar los magueyes para la producción de mezcal que tuvieran problemas de reproducción y que se encontraran amenazados por su sobre explotación. Este proyecto incluyó un análisis para completar y entender las características genéticas de estas especies, para ello se recolectaron ejemplares de diferentes especies de diversas regiones del estado de Oaxaca.
Aprovechando la capacidad natural que tiene el maguey de generar hijuelos, se creó un banco de germoplasma y se comenzó con un programa de multiplicación por cultivo de tejidos.

Luego de su reproducción, son trasladadas a Oaxaca para su etapa de aclimatación. Llegan con unos 6 cms de largo, y se llevan a un invernadero donde cuidamos que las cantidades de humedad y calor sean las idóneas. Aquí se mantienen entre 3 y 6 meses antes de mandarlas a un vivero donde maduran y son cuidadas hasta cumplir al menos 1 año, logrando así que tengan la vitalidad necesaria para llevarlas al campo.
Los primeros viveros están localizados en cuatro regiones diferentes del estado de Oaxaca, donde los productores participan en el proyecto y de donde se extrajeron los primeros ejemplares.
Hasta el momento se han colectado 20 tipos de magueyes diferentes, y prácticamente todos se han podido multiplicar con esta técnica, lo que ha permitido observar su comportamiento y desarrollo tanto en la fase inicial de adaptación en vivero, como ya en plantaciones definitivas.
Al día de hoy contamos con 457,000 plantas donde podemos encontrar, entre otras, las siguientes especies: Arroqueño, Coyote, Mexicano, Cincoañero, Sierra Negra, Azulín, Maguey de Lumbre, Madrecuishe, Tobasiche, Barril, entre otros.
Somos conscientes de que el mundo del mezcal solo puede desarrollarse bien atendiendo al origen, a la planta y por supuesto a la tierra. El ser humano ha evolucionado gracias a su enorme curiosidad y creatividad.
Sabemos que tenemos que desarrollar modelos económicos adecuados a esta era, donde aprovechar no es lo mismo que explotar, donde cada paso en la cadena debe generar valor. El trabajo colaborativo permite desarrollar la inteligencia colectiva.
Es un gran orgullo para Los Danzantes poder contribuir con la ciencia, con la madre tierra y con las comunidades con las que trabajamos, porque sabemos que Sin Maguey, No hay Mezcal.